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La felicidad: un buen negocio


Publicado el : 29 de Abril de 2024

En : General

Hace un tiempo escribí un artículo para nuestra revista Hacer Empresa, acerca de liderar para la felicidad. Partía de una investigación de mayo de 2023, en la que se demostró que empleados felices traen mejores resultados para la empresa.

Básicamente la investigación tenía dos preguntas. La primera era si los empleados felices eran mejores haciendo su trabajo a nivel individual. La segunda era a nivel organizacional, se preguntaban si trabajadores felices generaban mejores resultados. Y se lo preguntaban porque, tal vez, tener empleados felices fuera demasiado caro y el impacto en resultados no llegase.

Tras analizar 1.636 empresas que cotizan en bolsa, y basándose en el Indeed Wellbeing Score, llegaron a dos grandes conclusiones. La primera es que hay correlación entre el bienestar y la mejor performance de la persona. Los empleados más felices son más productivos, menos propensos a irse, a perder días por enfermedad y a trabajar incluso enfermos. Tienden a ser más colaborativos, creativos, comprometidos y motivados en su trabajo. La segunda conclusión es que también existe una correlación positiva entre el bienestar y el desempeño de la firma. Tener empleados felices mejora la valoración de la compañía, el ROA (retorno sobre activos) y el resultado neto. También, predice el desempeño futuro de la empresa y mejora el valor de la acción.

A la luz de estos resultados, creo que ya no quedan dudas. El bienestar de los empleados tiene que estar en la agenda de todo directivo. La estrategia debe tener foco en las personas. Debemos empezar a mirarlas de verdad. Y no se tratar de armar la lista de supuestos beneficios, que muchas veces no suman nada, o no son lo que las personas necesitan. Se trata de trabajar verdaderamente con cada miembro de la organización.

Y, ahí, el rol de quién lidera es clave. Es impresionante el impacto que tienen los directivos en la vida de las personas a las que lideran y, por eso, hay que entender que eso implica una gran responsabilidad también.

En palabras de Christensen: “Mi conclusión: el management es la más noble de las profesiones si se practica bien. Ninguna otra ocupación ofrece tantas formas de ayudar a otros a aprender y crecer, asumir responsabilidades y ser reconocidos por sus logros y contribuir al éxito de un equipo” (“How will you measure your life?”).

Esta frase me parece que resume de forma perfecta el espíritu que desde el IEEM tratamos de transmitir. El liderazgo es servicio y es una chance espectacular de impactar positivamente en los demás.

Si se trata de ayudar a los demás, debemos comprenderlos, empatizar, “perder tiempo” conociéndolos y entendiendo sus motivaciones.

Teniendo en cuenta la importancia de este tema, quisiera compartir algunas características que las investigaciones señalan que debe de tener el liderazgo para favorecer la felicidad en las personas que trabajan con nosotros.

  1. Liderar con empatía. De acuerdo con una investigación de Catalyst (USA, 2021), ser empático mejora la innovación en los equipos, aumenta el compromiso y la retención del personal, mejora el balance entre vida personal y laboral, y crea ambientes más inclusivos.

  2. Liderar con humildad. “Adopta la humildad y prosperarás”, dice el profesor Chad Chiu. ¿Cómo ser un líder humilde? Escucha más, comunícate más, muestra verdadero aprecio, admite tus errores y corrígelos. Me gusta pensar en la humildad como la plantea Jim Collins, el líder que, cuando las cosas salen bien, mira al equipo o al entorno y no se mira en el espejo.

  3. Liderar con humor. Debo decir que el humor me parece una herramienta muy poderosa para cualquier contexto, pero dentro del trabajo lo veo como un superpoder. Reírnos modifica nuestro estado de ánimo; la risa, incluso simulada, tiene efectos positivos en nuestro cerebro. El humor impulsa nuestra creatividad, nos trae al presente y hace que momentos de mucha tensión se vuelvan manejables.

  4. Liderar desde el feedback Como plantea Álvaro González Alorda, el feedback es un regalo. Un feedback claro e inmediato, que busque reconocer al otro genuinamente, sin dudas genera buenas cosas en los equipos.

  5. Liderar hacia el sentido de propósito. Ayudar al equipo a entender el papel que tiene la organización en la sociedad. Y también qué rol juega la persona dentro de esta. El propósito es un detonante de la motivación y ayuda a explotar al máximo la creatividad de las personas. Trabajar en este sentido del propósito nos asegurará personas alineadas y motivadas.

En definitiva, preocuparnos por la felicidad de las personas en la organización nos ayuda a lograr mejores resultados. Si esa preocupación es genuina, además, conseguiremos mayor bienestar para nosotros como líderes; un verdadero ganar-ganar.

Está probado científicamente: hacer cosas buenas por otros hace bien, genera bienestar a quien hizo esa buena acción. Las organizaciones deben de empezar a transformarse en esta línea y crear este círculo virtuoso. Al final, procurar el bienestar de todos los miembros, se convertirá en una gran fuente de creación de valor sostenible. 


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